"Como miembro del Senado de Texas y del Tribunal del Juicio Político, hice el juramento solemne de aplicar la Constitución y evaluar con detenimiento las pruebas que se presentaran ante mí. Con un profundo sentido de responsabilidad y con el corazón pesado, honré y sostuve ese juramento que guio mi decisión de votar afirmativamente en 15 de los 16 artículos del juicio político. Sin embargo, la impresión que prevaleció entre mis colegas del Senado resultó en que absolviera al funcionario.

Esta votación fue histórica y trascendental, y la gravedad de este juicio político no se puede sobrestimar. Si bien no estoy de acuerdo con la absolución a partir de las pruebas que se presentaron, tenemos que respetar el juicio colectivo de este órgano y renovar nuestro compromiso con el imperio de la ley y con nuestro trabajo para el pueblo de Texas".

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