El vicegobernador y los senadores destacan cambios en políticas vinculadas al cannabis
(AUSTIN) — El miércoles, a pocos días de que finalice la sesión, el vicegobernador Dan Patrick y un grupo de senadores realizaron una conferencia de prensa con el objetivo de dar a conocer el trabajo realizado por el Senado para prohibir los productos estupefacientes de consumo derivados del cáñamo y para ampliar el programa de marihuana medicinal del estado. Alarmados por el rápido crecimiento de la industria de este tipo de productos—más de 8,000 puntos de venta en 3 años, según Patrick—, los legisladores de ambas cámaras se propusieron enfrentar este mercado no regulado y valuado en 8 mil millones de dólares que surgió gracias a una laguna legal en un proyecto de 2019 con el que se buscaba crear una industria agrícola de producción de cáñamo en Texas. En su lugar, el estado se llenó de productos no regulados con efectos psicoactivos potentes que se vendían en tiendas de tabaco y de comestibles. “Vinieron a nuestro estado y usaron a nuestro estado como un vendedor de drogas”, dijo Patrick. “No permitiremos que Texas sea parte del negocio de las drogas”.

El miércoles, senador Charles Perry, de Lubbock, acompañó al vicegobernador Dan Patrick en una conferencia de prensa en la que hablaron de los importantes cambios hechos a las políticas vinculadas al cannabis en Texas, en esta sesión.
La sobredosis por THC puede producir numerosos efectos negativos, como psicosis temporaria o, en algunos casos, esquizofrenia. Patrick expresó que, además de ser un peligro para los adultos, era un peligro para los niños, quienes dice que son los verdaderos destinatarios de los productos de consumo derivados del cáñamo. Para demostrarlo, el vicegobernador presentó una mesa llena de dichos productos, cuyos paquetes coloridos se asemejan a los de los dulces. “Ahora ven por qué, de los más de 8,000 puntos de venta, casi todos están a mil o dos mil pies de las escuelas”, dijo Patrick, mientras señalaba la panoplia de bolsas y cajas de colores brillantes frente a sí. “No dejen que les digan ‘no buscamos venderles a los niños’. ¿A quién creen que se les busca vender con esto?”.
Si bien eliminar esta laguna legal, en esencia, elimina la industria de estos productos en Texas, el autor del proyecto recalcó que el estado está abriendo la puerta a que más personas con una necesidad médica real participen del Programa de Uso Compasionado de Texas, el cual permite a quienes tengan ciertas enfermedades recibir tratamientos con cannabis. “A lo largo de la historia, Texas nunca medicó a las personas a través de gasolineras o tiendas de comestibles”, dijo el senador Charles Perry, de Lubbock, autor del Proyecto del Senado 3. “La intención es mover esto al ámbito correcto, donde haya una receta y un médico haga seguimiento”. El Proyecto de Representantes 46, también patrocinado por Perry, se aprobó en el Senado por unanimidad el martes en la noche. Con este proyecto, se aumenta de 3 a 12 la cantidad de dispensarios y se posibilita que los médicos receten hasta 90 días de suministro. Cabe destacar que también se aumenta la potencia del cannabis que se entrega mediante el programa, de 1 % de THC por peso, en conformidad con la ley vigente, a 10 miligramos por unidad de dosis. Además, se incorpora el dolor crónico a la lista de enfermedades que se pueden tratar en el marco del programa, un hecho que era una gran preocupación para los texanos que buscan alivio en estos productos próximos a ser ilegales.
Perry afirmó que, tal como está, el programa es caro y difícil de operar. El cannabis debe almacenarse en el mismo lugar donde se lo produjo. Si bien hoy hay tres entidades habilitadas para producirlo en el marco del programa, solo una lo hace y su sede está en Austin. “Si alguien de Lubbock necesita este producto en el marco del programa, hace falta transportarlo de Austin a Lubbock, y si cuando llega a Lubbock, la persona no está, hace falta transportarlo de regreso”, dijo. “Vamos a resolver este problema con puntos periféricos donde se almacene el producto”. Perry agregó que esto es más conveniente para los pacientes y reduce de manera drástica los costos del programa.
Si bien en la versión del Proyecto del Senado 3 que se aprobó en la Cámara Alta se prohibía el THC en todas sus formas en cualquier producto consumible derivado del cáñamo, la versión que se presentó en un principio en la Cámara Baja hubiera seguido permitiendo la venta, aunque con una regulación y supervisión estrictas. Una enmienda al proyecto presentada por el representante Tom Oliverson, de Tomball, revirtió la medida a la versión del Senado, que se aprobó en la Cámara de Representantes y ahora está en manos del gobernador, quien puede promulgarla o vetarla. Cuando se le preguntó a Patrick si sabía qué decisión tomaría el Abbott, el mandatario se negó a hablar del gobernador, pero dijo que confiaba en su juicio. “Conozco al gobernador, conozco sus intenciones, y sé que quiere proteger a niños y adultos”, dijo Patrick.
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