Panel considera reformas profundas en educación especial
(AUSTIN) — El sistema de financiación de las escuelas del estado entregaría recursos adicionales para los estudiantes de educación especial según el tipo y la intensidad de los servicios prestados, en lugar del entorno donde reciben esos servicios, según un proyecto que consideró el Comité de Educación Senatorial, el martes. El senador Paul Bettencourt, de Houston, autor del proyecto, dijo que la medida representa una ola de cambio en la manera en que el estado educa a casi 800,000 estudiantes que califican para algún tipo de educación especial. “Este es un proyecto revolucionario sobre educación especial”, dijo Bettencourt. “El cambio a un modelo basado en la intensidad, pienso, conllevará a resultados mucho mejores”.
El Proyecto del Senado 568 surge a partir de las recomendaciones hechas por un panel de expertos al que se le encargó evaluar el estado de la educación especial en Texas y cómo mejorarla. La Comisión de Texas sobre Financiación de Educación Especial halló que el modelo actual está atrasado y no alcanza para satisfacer las necesidades de los estudiantes de educación especial en el estado. “El sistema de educación especial demandó que nos deshiciéramos del sistema y empezáramos de nuevo para tener éxito”, dijo el Dr. Dan Huberty, exrepresentante estatal y expresidente del Comité de Educación Pública de la Cámara de Representantes, quien integró, con Bettencourt, la comisión. Huberty denominó el Proyecto del Senado 568 la medida más “transformadora e importante” que el comité considerará esta sesión.
El enfoque de financiación actual, basado en el entorno, no tiene en cuenta las necesidades individualizadas de cada estudiante de educación especial. El mencionado proyecto dispone que la Agencia de Educación de Texas cree ocho niveles distintos de servicio, los cuales abarquen desde estudiantes que necesitan terapia del habla hasta los que necesitan residir de forma permanente en una institución, y use esos niveles para orientar la financiación correspondiente. Hoy, es posible que dos estudiantes de educación especial en una misma aula reciban la misma financiación cualquiera sean sus necesidades o los servicios que reciben. El Proyecto del Senado 568 tiene en cuenta esas diferencias y ajusta la financiación en función de ello. También crea cuatro niveles de servicio para brindar una financiación adicional si se necesitan personal o materiales adicionales para que los estudiantes tengan las adaptaciones necesarias.
Además de esta disposición central que cambia por completo el modelo de financiación, la medida incluye ciertos elementos que tienen por objetivo mejorar el sistema de educación especial de Texas. Se busca aumentar la cantidad de maestros calificados a través de un programa de subvenciones para capacitar y contratar más maestros de educación especial. El Dr. Douglas Killian, superintendente de Cypress Fair ISD, quien estuvo presente para declarar a favor del proyecto, dijo que, de las 388 vacantes para maestros en su distrito, la mitad son para puestos en educación especial.
El proyecto también vuelve a instaurar subvenciones que se pagan al distrito para ayudarlos a educar a estudiantes con dislexia o autismo, y aumenta la financiación para transporte vinculado a la educación especial. También ayudaría a aplacar el costo de las evaluaciones iniciales de educación especial, que pueden costar hasta $5,000, con fondos estatales, y a duplicar las bonificaciones basadas en resultados cuando los estudiantes que reciben educación especial ingresan a la universidad, la fuerza laboral o el ejército.
El comité también consideró una medida según la cual sería obligatorio educar sobre la historia y los perjuicios del comunismo. Uno de los proyectos prioritarios del vicegobernador Dan Patrick, el Proyecto del Senado 24, trazado por la senadora Donna Campbell, de New Braunfels, establece que esto sea obligatorio a partir de cuarto grado. “Es importante que los estudiantes entiendan el profundo contraste entre la ideología comunista y los principios fundacionales de los Estados Unidos, como la libertad individual, la libre empresa y la gobernanza democrática”, dijo Campbell. El senador Brandon Creighton, de Conroe, presidente del comité, citó un estudio reciente que muestra el crecimiento de la aprobación del comunismo entre los estadounidenses jóvenes. Un tercio de estadounidenses de entre 16 y 23 años consideraron el marxismo “digno de apoyo”. En 2019, seis por ciento de la misma población expresaba apoyo a esa ideología.
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